Voz Preliminar
“Donde quiera que vaya // la nostalgia me seguirá...”, así definía Jaime Dávalos su estado emocional ante lo transcurrido, quizá en su momento añorando la lejanía de su terruño, saudades que suelen aflorar en nuestro magín, aún cuando no hayamos abandonado nuestros lares y nos sentimos embelesados por los brumosos y oníricos recuerdos de la infancia.
Y volvemos para recoger aquellos diamantes que perdimos sin darnos cuenta por los senderos de la clepsidra de la vida, los pulimos y les damos forma con el cincel de la nostalgia saturada de un presente vivo y luminoso y las ungimos con la mirra de los sueños.
Entonces, todos aquellos momentos que nos parecían un pasado azul e irrecuperable como un aroma de olvidados jardines, de pronto regresan en la magia de la poesía.
Esta recuperación constante del misterio, esta casi enigmática dehiscencia conjura el contexto poético del libro “Entre Tierra y Erotismo”, de Nori Brunori. Su sensibilidad de viajera curiosa y a la vez observadora le impone su admiración por Neruda en su poema “Valparaíso”, “El gran Pablo abre las puertas// del dominio secreto, abre poemas//.
La naturaleza, cuerda íntima de arco lírico de sus poemas dispara la acuarela de sus dardos acromatizando su paso por su antiguo hogar en, “Abejas y Pájaros”, “Las glicinas treparon hasta el cielo añil...// ¡sus pérgolas violáceas ganó el pino!”//¡ Me ahuyentan las avispas, dueñas de los higos! // no está exenta de protesta... “¡Destruyó, maldito el hombre!...// hasta el álito pegado en las paredes!”.
Su curiosidad por lo enigmático que se profundiza en la indagación de los principios que quizás, son más allá de la materia y lo esotérico, estigma que alucinó a los grandes pensadores de todas las época, parecen asomar en su trabajo “Extremos”...., “Cavaré rojas fosas de luz// del otro lado de las sombras”//.
Alejandra Pizarnik expresa en uno de sus poemas...”Que tu cuerpo sea siempre// un amado espacio de revelaciones”//. Sin lugar a duda la mujer no ha quedado al costado del camino si tiene que expresar su fervor romántico- amoroso, su atracción por el sexo opuesto, por eso a veces, sus ofrendas eróticas- líricas suelen alternar con el hombre, su eterno enamorado.
En su poesía... “Eclosión”, Nori define el devaneo amoroso de la pareja en palpitante lira... “Debo escribir los poemas más caros este día,// decir que nos tuvimos, decir que nos amamos.// De piel trémula, tatuada está la piel //como la flor del aire, sólo alcanza,// un cáliz, un beso, una gota de rocío...Venturosos seremos, siempre amantes”//.
Bienvenido sea este libro de Nori Brunori que nos conduce por los laberintos vivificantes del lirismo poético, esta brisa de Arcadia tan necesaria en estos días.
Jorge Muñoz
INDICE
Poema I, Poema II...........................................
Poema III..................................................
Eclosión.......................................................
Él y Ella........................................................
Un rato........................................................
Decirlo con los ojos...................................
Intúyeme, escúchame..................................
Espera azul.................................................
Valparaíso......................................................
Permiso, Alfonsina.......................................
Extremos.........................................................
Extremos II......................................................
Verdades.......................................................
Abril..............................................................
Poema verde....................................................
Poema rojo.......................................................
Amanece........................................................
Playa...............................................................
Monedas.........................................................
Época de trigos..............................................
Tierra.............................................................
Plegaria...........................................................
Mañana...........................................................
¡Cuánto lo lamento!..........................................
Abejas y pájaros................................................
No sé si.............................................................
Voy, tierra.........................................................
Vagabundeo.....................................................
Inmigrantes.......................................................
Canto a mí, por vos...........................................
Réquiem de pájaros...........................................
Conjeturas........................................................
Otro marzo.........................................................
Hilos.................................................................
Mitad de abril...................................................
Cabizbaja..........................................................
Naufragio..........................................................
Paternidad.........................................................
Alegría................................................................
Mi niña..............................................................
Lucecitas..........................................................
Quiero...............................................................
Haikus de invierno.......................................
POEMA I
No quiero que veas
el hilo que ata mi mirada
a tu perfil.
Pudor que me encadena.
desespera mi alma,
horda de perros hambrientos
atrapados en el ocaso púrpura,
implacable.
POEMA II
¿Cómo haré para decirte
que despertaste rosas rojas
y bullentes en mi sangre?
Enigma sin palabras.
Sólo miradas culpables,
voluptuosas,
acariciando tu figura.
POEMA III
Descubre, él, estar sujeto
al hilo de mis ojos.
Reconoce lo huérfano en mi pecho,
y ajustando su paso a mi camino…
me aprieta, turbada, entre sus brazos.
Sentí el deleite de las lunas
y los soles
lentamente, licuarse por mis venas,
las mejillas, de arrebol enardecidas…
y fue el regocijo de ver sus ojos tan cerca…
¡tan cerca!!...
…Que eximidos de culpas, inventamos
otro amor, en un Edén
enjaezado de orquídeas, colibríes
y besos.
ECLOSIÓN
Debo escribir los poemas más caros este día;
decir que nos sentimos, decir que nos amamos.
De piel trémula, tatuada está la piel.
En mis ojos vive el sol y es brillo en la laguna;
hacia el cósmico Edén va mi alabanza
connubio en flor azul, de monte y miel.
Exuberante de paz, del magín eclosionado
debo decir, amor, que ya me alcanza,
y del tiempo sideral vuelvo a mi lar.
Digo, amor, que atesoramos hasta el alba,
renovada en cada aliento del letargo
de esta noche vivida… ¡tiemblo exhausta!
Sumergida estoy, aún, en la penumbra larga,
y quedamos, amor, ya convertidos
en renuevos de cósmicos amantes.
Luz celestial destila bálsamos, alumbra,
del cuerpo absoluto los sentidos,
un ahogo de besos, mil luces de rocío.
Flores en el aire, nubes altísimas alcanza,
En cáliz dorado quitar nuestros abrigos…
Benditos, seremos… ¡siempre amantes!
ÉL Y ELLA
Él es urgencia ancestral que
busca el suelo enardecido.
Ella es armonía, balada suave
y la luna blanca se confiesa.
Él es roble, viento, rayo, trueno
que precede al germen prometido.
Ella, flor dormida que espera
en su hora justa la semilla.
Alarido que hacia el aire arroja
el fuego bullente de lo eterno.
Susurra la rosa de la sangre
que desliza la palabra quieta.
Quiere que algo lo calme, lo refrene,
lo acorrale con amor perfecto.
Sin querer, la flor despierta, presiente
la concreción del Sino que se acerca.
Se entrecruzan los deseos, vagan, buscan…
Dos estrellas brillan, tiemblan, se entrelazan…
Se nutren del milagro eterno, se sosiegan…
y se consagran el suelo y la semilla
UN RATO
Ella abre la puerta, sin hablar,
provocativa y perfumada.
El entra, con morboso deseo,
firme el paso y en silencio.
Ella ofrece un abrazo
de realidades crepitantes.
El lo recibe, altivo, arrogante,
y baja su cierre lentamente.
Ella ve desalojar sus finas prendas,
que se van desinflando sobre el piso.
El explora el deseado contorno
con manos expertas, anhelantes.
Ella cierra los ojos, da sólo su piel,
su corazón está distante.
La noche fría queda afuera,
el fuego, adentro, ya se extingue…
Frente al espejo, él se viste con esmero.
en la mesita dejó dinero ,y se va.
Guarda ella el efectivo y desde el fondo
de su bolso marrón, dos niños le sonríen.
Se conmueve, corre al baño, se peina,
cubre la sensualidad de su figura.
Sale en la helada noche, que la esfuma,
le pega en la cara, seca sus lágrimas…
Él camina unas cuadras, por si acaso
una brizna de aroma persistiese.
Después, a su casa se dirige,
enmascarándose en difícil comerciante.
DECIRLO CON LOS OJOS
Vendrá un día, un día, vendrá un día,
lejano, quizá, pero muy cierto.
Habrá un día largo, luminoso,
una mañana
donde ríen las deidades
y tendremos lo que fuimos
somos redivivos, dulces.
Hubo un día melodías transparentes,
una marsopa de júbilo y espuma,
un escabel, un pámpano
en el aire impregnado de verde.
y, feliz, lo digo con los ojos.
No puedo decirlo de otro modo...
Cuando me pongo a conversar sobre estas cosas
mi mente estalla en mil vocablos,
mi intención es ser muy clara y muy resuelta,
pero mi garganta se quiebra en balbuceos...
y no puedo decirlo de otro modo.
Prenderé mi mirada a tu mirada,
vendrá un día, un día, vendrá un día,
despertarán los soles las mentes,
una mañana de cristal flexible,
y todo será muy claro y transparente.
Vendrá un día mi día, ese día.
INTÚYEME, ESCÚCHAME...
Intúyeme, descúbreme, preténdeme,
mírame, huéleme, acéptame,
divídeme en ángeles bellísimos...
y sórbeme cual pétalos en el tálamo.
Acércate, despójame, bautízame,
envuélveme en sábanas blanquísimas,
melancólicas, húmedas, eróticas...
y en los párpados, bésame.
Rescátame, lávame las vísceras,
abrázame, aquiétame, aférrame,
en mi cálido lóbulo, susúrrame...
y suspéndeme en la atmósfera.
Iníciame, célame, poténciate,
imítame, desángrate, suicídate,
fatígame, deshójame, mátame...
y luego revíveme, aliéntame.
...Y háblame muy lánguido...
mi cántaro y tu metáfora,
envuélvelos y endúlzalos...
y en la próxima, búscame.
ESPERA AZUL
Hamacábame viendo la ventana,
y no venías.
sabor de espera, mediodía,
amalgama
con jazmín blanquiazul,
tránsito de nubes.
Mucha vereda, chicos gritos
de pelota,
patines, perros y demás…
Brotes,
jacarandáes pegados
al cielo azul, azul
y los lapachos, paraísos, lapachos
amarillos , rosas,
adheridos, plasmados
en azulalto
desde abajo
…viendo mi espera,
hamacábame, y no venías.
VALPARAÍSO
Sólo algunos ladridos de perros astrales que cruzaban la noche, sólo un pitazo lejanísimo de navío que entraba o salía, me confirmaban la noche de Valparaíso. Pablo Neruda
La luminosidad del alba aplacó
a la revoltosa mocedad noctámbula.
Salobre, el mar promueve
reclamo de gaviotas averiguantes,
engullendo peces y algas que emergen.
El gran Pablo abre las puertas
del dominio secreto, abre poemas.
Torrencial música de vientos
en cósmica armonía, danzan,
despilfarrando milagros.
Y Dios, ese dios rodeándome,
estirando los músculos hambrientos...
hasta sentirme ínfima, fusionada,
en su aterradora magnificencia.
PERMISO, ALFONSINA
Permiso, Alfonsina, quisiera, en tu juicio entrar,
saber qué sentías al pisar el mar...
Al hundir la arena con tus pies descalzos,
mientras te besaba la espuma de sal.
Cuando, despacito, con los caracoles te fuiste a jugar,
y el agua abrazaba tus muslos, tu pelo, tu faz.
Qué sentías cuando, impasible, roíste los lazos
denunciando al hombre que no supo amar.
¿Tanto te golpearon, que mudaste en piedra?
¿Qué tornaste en monstruosa energía de mar?
Siempre tú regresas enroscada en olas,
te trizas en rocas, revistes la playa...
subes con la niebla y luego te vas....
Tus ansias cumplidas de altiva romana,
grabada en la roca, muy blanca ya está.
En la roca viva del acantilado
que te ve llegar.
EXTREMOS
Cavaré rojas fosas de luz
del otro lado de la Luna,
en el centro exacto de las sombras.
Clavaré astillas de miel en el fondo
mismo de los ojos, en el aire
compacto del amor que nombras.
Someteré unciones en la profunda
inocencia cerebral de los recuerdos,
la disección del episodio complejo.
Despejaré sin asco ni medida
al estertor secuencial de los sentidos,
que acecha del otro lado del espejo.
Redoblaré los cantos tiroteados
las paredes inexactas permitidas,
los colores pequeños de la lluvia fría.
Amaré dulcemente lo que embista
la rústica soledad del bien perdido;
prodigio jubiloso en porfía
EXTREMOS II
¿Doblegando las nubes de nostalgia
espera un gato noctámbulo de techos?
¿Dónde estará el albañil y su osadía
de ver un hueco tibio, aquí en el pecho?
¿Descascarar el árbol del otoño?
¿mateando lunas reparar la grieta?
¿El albañil espera remendar el daño,
atardeciendo perros que su hueso aprieta?
Decirle que… que pase más tarde…
que más tarde suba a la azotea,
con esta lluvia de soledad pagarle…
y unir la tristeza que gotea.
¿Y si unimos todo a la cordura
de los huesos tibios en las manos?
¿y si sembramos besos con altura
en el agua bautismal de los humanos?.
VERDADES
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la semilla de hoy, será un árbol mañana,
que el árbol de hoy, dará frutos mañana,
que la siega de hoy, tendrá brotes mañana,
que el ahorro de hoy, traerá el pan de mañana,
que mi vientre de hoy, será mi hijo mañana,
que mis hijos de hoy, se ausentarán mañana,
que su ausencia de hoy, volverá en nietos mañana.
Yo se muy pocas cosas, es verdad.
Pero sé que, fortaleza y amor, multiplicados hoy…
Los recibiré de regalo, mañana.
ABRIL
Acabóse la leve lluvia
y el fresco viento sureño,
soplándolas con empeño
agitan las hojas rubias.
Calentándola, el sol dueño
al cielo ya nada enturbia,
pintándole azul lujuria
al charquito más pequeño.
Cantándole al panorama,
dinámicos pajaritos
eligen la añosa rama.
Enrojeciendo al poniente
se inclinó la tardecita
transformándola en silente.
POEMA VERDE
Se cansó el cerezo rojo;
ya no sorbe savia ni renueva hojas,
y murió de pie, como debe ser.
Joven, demasiado joven, el cerezo
en su vida orgullosa de cerezo rojo.
Quizás fue demasiada muchedumbre vegetal,
de ceibo y de helecho plumoso
y su pie abrazado por corona de alelí.
Lo rodeaba un verde lujurioso
de azahares y campánulas azules.
Quizás quiso llegar hasta el añil
y no pudo con sus ramas.
Quizás estuvo algo celoso
de estar en el jardín.
Se cansó el cerezo rojo.
POEMA ROJO
Se desangra el ceibo
en el césped de mi patio,
al amparo del muro de cipreses,
sombreando a las caléndulas
delante de madreselvas y naranjos.
El ceibo no lo sabe;
sólo cumple su ciclo y se desflora.
Es mi fértil fantasía que lo piensa
al ver el terciopelo de sus vainas
marchitándose en el suelo,
mientras las sombras bailan,
y los gorriones pelean en sus ramas.
AMANECE
Desalojo ya las sábanas,
enfrían mis pies el piso,
ante el regalo mañanero
se estremecen mis pestañas.
Por el cristal me saluda
un redondo sol naranja,
sobre pastos de rocío
y conciertos de bandadas.
Sorprendido, el benteveo,
se avizora en mi ventana,
audaz, veloz, atropella:
-en el cristal frío se estampa-.
Ondulan ya los sauces,
despertaron las glicinas,
dibujándose en un cielo
de mariposas y avispas.
Se deshace la niebla
besándose en cada hoja,
y engalanan de diamantes
la mañana rumorosa..
MONEDAS
La vida que ese varón
disfruta siempre en América,
solamente se puede dar
dilapidando riqueza.
Viajando mucho en avión,
la mujer le dice..._ Cuéntame,
quiero ver tu gran amor...
pido que no me mientas.
Murmura él..._Mi corazón,
ya no pienses, acércate,
deseo sentir tu temblor
mientras lleguemos a tierra.
Conversando sobre amor,
sonriendo y abrazándose,
todo el viaje lo pasaron,
entre mieles y colores.
ÉPOCA DE TRIGOS
Me celebro y me canto a mismo
y que diga yo ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo también.
Walt Whitman
Eran épocas de sol y trilla
en esta Argentina bendecida
por la paz, el sol y la alegría.
Eran épocas de maduro trigo,
cuando una luz nueva, humedecida,
eclosionando vida, ya emergía.
Abundancia gloriosa en pan y grano
y el vagido primero de la niña
que el nombre de Isabel ya llevaría.
Hoy, esa mujer camina y mira
cómo los gorriones gozan la semilla
que rugientes camiones por la ruta tiran
de rubio trigo, en surcos de banquina.
Agradece el pasado gringo que la nimba,
y bendice de nuevo, el ser Sangenarina.
TIERRA
Transito tu piel ávida de lluvias,
tu superficie, grietas hambrientas de simiente,
Esperas, como Madre Tierra, del Viento
pródigo, su semen, su recóndito secreto,
su semilla ansiosa de un anclaje.
Madre Tierra, tu intrincado saber nutrió mis sueños,
concretó ideas, hombres y mi mesa.
Pagaste, Tierra mía, con creces mis caricias.
Perfumas, aún, con flores, frutos,
aire renovado, mis pobres poemas.
Mi descalzo agradecerte.
Mis deshilvanadas palabras, tan pequeñas;
tan efímeras, volátiles y tiernas.
Si te hiero, te restauras, y de nuevo,
me obsequias y perdonas,
Madre Eterna.
guíame en los pasos sabios.
Adéntrate en Mí…¡Y apruébame!
PLEGARIA
Mesúrame, Señor,
para poder disfrutar
del brillo rojizo del ocaso,
la quietud de la laguna.
Aquiétame el corazón,
para descubrir la ternura,
en la mirada triste y pura
de un ternero manso.
Tranquilízame en razón
del diario torbellino…
Detenme en el tiempo índigo;
hazme flotar en aromadas glicinas.
Enséñame a ser hormiga laboriosa,
diligente pájaro en su nido.
Placer de una audaz calandria,
al comer los mejores higos.
¡Otórgame la cordura!
Que no duerman mis sentidos
con la vanidad insulsa,
o esa diversión frenética
Sumérgeme en el goce, la belleza
con que engalanaste esta Tierra,
guíame en los pasos sabios.
Adéntrate en Mí…¡Y apruébame!
MAÑANA
Mañana iré al campo….
Cantaré bajo una tonada simple
que de niña me enseñó mi madre…
Cortaré esa amarilla flor silvestre
de increíble suavidad, en el pantano,
y con ella entre mis dedos, caminaré
por el desierto y poceado sendero
donde anduvieron las vacas…
Tal vez me chiste una lechuza
cambiándose de palo…y
se escabullirán en la cueva
sus pichones, asustados…
Oyendo cantos, regresaré despacio...
se alterarán las gallinetas y los pavos,
y un bullicioso alerta de teros
me acompañarán hasta mi casa…
…. ¡mañana...!
¡CUÁNTO LO LAMENTO!
¿Dónde está la pura noche
oscura de esos años idos?
¿Dónde están los grillos
festejando estrellas?
¿Y dónde, las ranas,
dueñas de la orquesta
mojada de los juncos?
¿Los perdí en el camino
de ascenso a las pródigas
luces de lo urbano?
¡Sí, cuánto lo siento!
Al oscurísimo cielo
agujereado de luz,
ya no lo tengo…
Ni a las luciérnagas dueñas
de bajar el cielo al suelo
enamorando estrellas…
¿Dónde se escondieron?
No está ya el predicador
chistar de la noctámbula
lechuza con su cábala
de muertes presagiadas.
¿Y al gallo madrugador
que aplaude y canta?
¿Quién tomó prestada
su lluvia de rocío?
¿Lo usurpó la blanca carne
de criadero, ya matada?
Oculto en el magín emerge,
grave, el mugido de la madre
ofertando leche a su ternero…
¿Y el ínfimo crujido de una rama,
en apenitas la brisa delicada?
Perdí la preciosa aventura
de navegar lo oscuro
en busca de mi casa.
Y llegar sublime, segura,
adivinado la albura
suave de la cama…
mientras me cortejaba
la negrísima noche,
toda en calma.
Mágico sueño acunábame
en dulcísimo derroche
eslabonándose hasta el alba.
¡Sí, cuánto lo lamento!
ABEJAS Y PÁJAROS
La casa que dibujé con tanto esmero,
llenándola de hijos y de sueños, ya no es mía.
Es de los zorros y los pájaros.
Usurpa, la madreselva salvaje, en su albedrío
el espacio de patios, verjas y naranjos,
poniendo frescor en la tierra seca del estío.
Las glicinas trepan hasta el cielo añil…
¡Sus pérgolas violáceas ganó el pino!
¡Me ahuyentan las avispas, dueñas de los higos!
El jazmín blanquiazul flora, y no le importa
si estoy o no cuidando de esa casa mía…
Cubrió la campánula azul el techo blanco.
Residen, las arañas; cortinan el alero…
Por el granado pasea su peso negro
el abejorro, borracho de su ruido.
Todo es armonía salvaje, primitiva,
gorriones que discuten, amasan los horneros,
arrullan las palomas, aromas, nido, trinos.
…Pero llegó el hombre, insaciable
ladrón de soledades y entre sombras
mutiló, arrancó hasta los sueños
que quedaron allí, desperdigados,
en hojas tan escritas, estantes enmohecidos,
¡Destruyó, maldito, el hombre!...
¡hasta el hálito pegado en las paredes!
…bendigo las abejas que la enmielan,
miro el cielo, mi amor, entre azahares,
memoro tus manos, tejiendo mimbres,
injertando brotes, la rodilla en tierra;
absorbiendo aromas, oyendo los pájaros.
NO SÉ SI….
No sé si la tierra es hoy
-enjoyadas de luces sus ciudades pujantes-,
la tierra.
Perforan, levantan, inventan,
construyen y transforman en desechos,
como si nada…
Veo flores rotas, pájaros aspirando sólo
el cielo turbio…
Fatal cinismo que ahoga la tierra ultrajada,
¡poder y dinero!
como si nada…
VOY, TIERRA
Avanzo serena, ahora, en estos trechos lentos;
aprendo, en cada paso, de las piedras sabias del camino.
Respiro, agradecida, el aire tibio del verano,
restauro, feliz, las humedades virtuosas del otoño;
El invierno, glacial, pone un paréntesis al ansia.
Ya vendrá, exultante, con su escandalosa primavera,
pro creativos, bullentes, los pichones y capullos.
Avanzo… a las historias calientes de la vida, las escribo,
y encubro los tropiezos siniestros de la suerte…
para no olvidar, las maravillas de obsequios recibida
Sé, madura ya, que no me encontrará la muerte,
sumisa, fácil, carne blanda de sauce enlagrimado.
Seré araucaria, roble o mimbre…
según los designios de mi estrella.
. Quizás, un buen recuerdo corone El Irme
completa, como humana agradecida.
VAGABUNDEO
Cielo espeso, místico, nocturno,
concierto de grillos y de sapos.
Bruma gris sobre el arroyo manso,
forma anillos el beso de mojarras.
Odas de pájaros saludan
al sol, porfía entre la niebla.
Camino liso, húmedo, sedoso,
despertado por mis pasos.
Aire puro, oxígeno del alma,
lava mis recónditos sentidos.
Vierten un rocío, los sauces,
bautismal, en mis cabellos sueltos.
Moras silvestres en mi boca,
aroma de tierra inmaculada.
Milagro eterno, un nuevo día,
hechizada toda, al fin regreso.
INMIGRANTES
Madre brava,
gringa pura,
multiplicóse tu sangre, y hoy…
como ramita seca, se desgajó
tu figura.
**********************
Campesino…
Como escondida simiente,
hiciste parir los frutos
a una tierra adormecida.
Hoy duermes, y te cubre
quien despertaste a la vida.
***********************
Y otro treinta de septiembre,
mucho antes, una nueva rama aparecía
en tu añoso árbol,
un injerto de retoños daría,
que siguieran tu camino de siempre.
Al estilo de Walt Witman...
CANTO A MÍ, POR VOS
Me quiero y me celebro, por vos...
porque fui y seré tuya.
Si te amo a ti, amo a los hijos
que heredaron tus genes.
Si te amo a ti, amo a esta vida
porque la caminamos juntos.
No importa tu vejez, tus rabietas
y dolores, que me postran, aún a mí.
Si llegará mi turno, infalible,
inalterable como el tiempo.
Y habrá alguien que,
a pesar de todo, me querrá,
Y será por ser yo,
ó por todos nosotros.
RÉQUIEM DE PÁJAROS
Vasto laberinto de almas
en nuestra conciencia perdura..
Estridencia entre cipreses,
que a las cigarras acunan.
Atardecer de febrero
sus vidas leves apuran.
El sol desdobla su chirrío,
anticipa calor; lo anuncian.
Desde el concierto astillado
silva un chingolo agorero.
Las lluvias que él preconiza
con su leve, alado canto,
bendice, pero no abona
la tierra del campo santo.
Una urraca que taladra
la inmóvil brisa de encierro
pulveriza hasta los salmos
que flotan en el silencio.
Imagen, esencia y cuerpo,
arrullo de paz, paloma,
esa paz, sólo la adquiere
quien está allí, y ora.
CONJETURAS
Golpea la lluvia
y te recuerdo.
Partiste, llevaste tu mundo
y tu lamento.
Ya no puedo descifrar tus distantes
ojos claros.
Quisiera transitar más allá
de tu silencio.
Quisiera disolver tu sarcasmo,
endulzar tu beso indiferente.
Exhumar en respuestas tu frío
mutismo enajenado.
º¿Acaso mi amor me transformó,
para vos, en un bien material,
una obligación, un documento?.
OTRO MARZO
Otro marzo y ya mis venas le temen al frío.
Este marzo, redondo en mi cifra,
pregona deseos de cobijo tibio.
Este otoño, en los huesos antiguos, las hojas,
hay besos postreros que duelen.
Los tallos se mudan en madera añeja
que ya no se doblan; se quiebran, sentidos.
Esta marzo en que lucen rastrojos
fecundos, de cosechas idas… los miro.
Y hago cuentas de campo sufrido,
todo lo labrado, valioso y cedido.
En mis tres cuartas partes del camino,
fecundo, dulcemente recorrido.
HILOS
¿Dónde están los bellos
hilos de ilusiones, que tuve una vez?
Los supe tangibles en las manos
suaves de las rosas té…
Atisbé en miradas de nieblas y trinos
cristales de miel…
Irradié alegría clara, esencial,
perfecta, de todo mi ser…
Bebí música de vientos,
conos de jazmines, trébol, en mi sed.
Destilé dulce rocío, seda
entre mis dedos, bálsamo de mies.
¿Por dónde escaparon,
con tal disimulo, sin dejarse ver?
Con cadenas firmes
los hubiese atado, si era mi saber…
Calcinados tengo
los hilos celestes, los pétalos crujen,
la mirada fue…
Y el inmaculado manantial de sueños
perdió esos indicios, se hundió en la marisma
de los años, cruel.
MITAD DE ABRIL
En esta mañana tan húmeda y quieta,
deseo tener alguien con quien compartir
alguna inquietud, mis ideas lentas.
Una charla fútil, un mate caliente,
descubrir miradas tras esos cristales,
y siento que nadie habrá de venir.
En esta mañana de abril, ya lluviosa,
tres crisantemos me están esperando
para ir a tu mármol, tan lejano y frío.
Pero mi cuerpo, castigado, triste,
huraño a la lluvia, no quiere salir.
La tarde vacía me espera impiadosa.
Invento quehaceres, ordeno mis cosas,
me pongo a escribir, quizás algún día,
esta hoja vibre, disperse en el aire,
éste, mi sentir.
CABIZBAJA
Vas cabizbaja arrastrando veredas,
Te llovizna el pelo las ideas viejas,
La piel empalidece... así te quedas;
Cielo gris nublado, hilos en madejas.
El sol porfía desnublar tus ojos,
Restalla añil oscuro en la vereda,
Silencios te acunan en poemas rojos,
Música ignota de la tierra queda.
Tierra cristal que cual un broche,
Adelanta bruma verde amanecida,
miel esperanza grillos de la noche,
desiste ya de andar tan guarnecida.
Vas cabizalta en tierra buena,
Se te rubia el pelo vuelto seda,
Descalzas nubes las auroras llenan...
Nido naciente del ensueño queda.
NAUFRAGIO
En el azul estanque duro
de su mirada ajena…
temblé por tiempos idos;
naufragué en la pena,
endureció mis vísceras el frío,
¡Se hizo trizas el amor dolor...!
Ya no se restauran las fisuras
de madera seca, ni el aroma inútil
del tiempo remoto de labranza,
de peleada subsistencia dolorida.
Niebla cuajada sinrazón, los ojos,
amor doblegado sin sentido.
¡Quiero ser esa piedra compacta!...
Sin fisuras que exuden daño,
ni dolor, ni compasión, ni deseo…
Seguir el rumbo, inmune, hacia delante,
fija hacia la Luz, ya sin engaño.
Porfiadas, las entrañas contradicen,
tarde, en el ocaso rojo, ya confuso;
esquirlas de otros ojos, anhelantes.
Un abrazo y una risa detonante,
podría volar esa coraza pétrea, y huyo
y ahogo en el azul estanque duro,
refugio tan interno del poema.
PATERNIDAD
Debe abrazar el cielo y conquistarla
con su cósmica fuerza milagrera.
Predecir tierra fértil y sembrarla,
de ancestral y sublime sementera.
Enriquecer de amor a lo profundo
y enseñorearse en Vida que latía
abandonar su Sino de errabundo,
consumar la sagrada profecía.
Oír el gemido quedo que ya urgía,
paternidad en sístole y en diástole,
hora elegida del niño que vendría.
Retoño de hombre, su padre protegía,
mujer de leche y miel, glorificada,
varón cabal, estirpe y valentía.
ALEGRÍA
Voces, voces queridas,
distantes, pegadas, con cierto
retumbe a metal, y ecos
de lejos; cocina despacho,
un bar, tránsito, calles,
y…siempre el cariño
de voces paridas, mis pechos
extrañan abrazos tan tiernos.
Trascienden, mis niños crecidos,
pobladas sus alas de sueños,
progreso, aventuras, destino…
Ya lejos , en sus nidos, mis hombres…
El silencio hambriento
descuelga ese tubo
que acercan sus voces, sus ruidos,
nos enviamos besos,
y todo es tan lindo,
que lo apoyo muy suave,
cual fuese mi niño.
MI NIÑA
Mi niña de panza de pan de leche
con azúcar hilado de asombro.
Mi niña de lengua de péndulo
que lame juguitos de sol y caramelo,
Su boca es ojal de vestido de bautismo
y dientecitos del Ratón Pérez.
Mi niña de ideas de dibujitos
y palabras difíciles de decir.
Tiene uñitas de escama en la arena
y mirada de osito de peluche.
Cabello de seda lisa de araña
y risa chiquita de estrella lejana.
Mi niña de ombligo de confite hundido
sobre un pan de hamburguesa.
Tiene pies de buche de pájaro,
con bicicletas y patines y chocolates.
Mi niña con piernas de aguja de reloj
donde siempre es hora de comer.
Manitas dulces de pedir monedas
y amores y mimos de gata.
Tiene orejas de hoyito en el agua,
cejas de antenas de mariposa,
flequillo de césped mojado.
Mi niña, mochila imposible de cosas
importantes:…una hilacha blanca
untada en polen de polvillo de abeja.
Es dueña de cinco plumas rojas.
dos alitas de tucura verde,
más un trocito de ladrillo raro.
LUCECITAS
Transcurro, ya sin apuros
por la vida.
No pugno en conseguir
otro destino.
Resueltas tengo las cuestiones
de la angustia.
Y los hijos de los hijos, desde lejos
son lucecitas
de proyecto fecundo, en el camino.
Descubro ahora que al destino
lo hice yo,
a medias siempre con la suerte.
Que de tanto buscar a Dios
en todas partes,
lo hallé atesorado, al fin
aquí en el pecho.
Más, él fue la causa y el efecto
de tanta paz
en el camino recorrido, por el bien…
y por derecho.
QUIERO
Nostalgia: no te pegues a mis pies...
Tristeza: te ruego, no me habites...
Quiero que me habite la risa,
las campanas del sol y del rocío,
la primavera de todos los meses
desde enero hasta diciembre.
Quiero ser niña siempre, siempre
trasnochada de alegría dulce de inocencias
y la mentira nunca ,nunca....
me penetre ni me hiera
aunque bailen a mi alrededor
las brujas en cabalgadas de odios,
en celos brutísimos y negros.
Quiero permanecer inmune…
que el basurerío en al adultez
no me llegue ni me roce siquiera
la punta de los cabellos blancos.
Ser abuela de pureza ofrecida
a los niños en ronda angélica.
De sabiduría oferente, y otorgar
el elixir de realidad recreada.
Sabiduría en inocencia de males….
antes, antes morir que envejecer por dentro;
quiero las neuronas sin podredumbre
de costumbres, de pobreza en raíz equivocada.
Quiero ser luz, para este íntimo regocijo,
luz difuminada en el entorno tibio
familiar y dulce, abarcativa, lista…
.
Quiero dejar al paso de mí, una mochila
de saberes, de altura, subliminal mensaje
dedicado a futuras raíces juveniles.
Como ofrenda, presente virtual ensemillado
al futuro, volcado en mentes abiertas,
aprendidas, sin que el golpe artero
las desmiembre antes de tiempo;
implantar ideas aprendidas, ingenuas,
de amor, energía, inteligencia y fuerza
reencarnadas con claridad astral.
*********
-Momentos de reflexiones “pasado y futuro”,
para un luminoso presente deseado.
de Nori.
HAIKUS DE INVIERNO
Vuelan adioses,
tristes, agonizantes,
las hojas secas.
**
En el césped gris,
apiladas, sueñan, las
leñas cortadas.
**
Tarde invernal.
El gorrión esponjado
se bebe al sol.
**
Gélida tarde,
la paloma arrulla, de
espaldas al sol.
**
Alitas rotas
engalanaron, antes,
la mariposa.
**
Bailan saludos
de nostálgica ofrenda,
las hojas rubias.
**
Aroma y color,
naranjas y limones
sabor de invierno.
**
La gata mira,
alta y arrebujada
al perro negro.
**
Tras los cristales,
vemos niños mirando
con celo afuera.
10 DE FEBRERO DE 2006.
M argarita es una flor
A cunada por los vientos
R omance que, deshojándolas,
G uardan sueños en cada pétalo,
A rrogante, en su tallo, alta,
R isueña, blanca, provoca,
I ncita al verso, lo forma...
T ienta la suerte, la vida,
Amante rica en familia.
A ngel de canyengue estirpe,
N ada en sus venas, tanguera...
G entil abrazo de danza,
E n su talle se renueva.
L una clara, arrabalera
E lla es así, azúcar, pimienta y sal
L uchadora muy temprana,
L aboriosa por costumbre,
I ngeniosa mujer, sin igual.
¡Feliz cumple, Margarita...!!!
24 DE ABRIL, 2002.
S ueñas, irradias sutiles poesías,
A ndante nocturna de lunas azules...
N ube liviana de bogar sereno
D ices, sentidos relatos tus versos,
R onronea la música en andar felino.
A cidulada hora de mieles y mimos.
K arma de danzas, pañuelos y luces.
L ilas, azucenas, compases, suspiros.
E closión de letras, poemas de soles,
I magen de zambas, de gatos y giros.
N otable presencia, romance nacido.
¡Feliz cumple, te queremos, Sandra....!!!
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